El periodo de transición de la lactancia materna a la comida de verdad es muy importante para tu bebé, pero establecer una relación positiva con la comida durante la infancia tiene beneficios para toda la vida. Cuando empiezas a alimentar a tu bebé con comida de verdad le estás introduciendo en el mundo de las texturas y los sabores, y le estás ayudando a moldear su gusto por la comida y a construir un comportamiento alimentario saludable.
¿Está preparado para la comida sólida?
El momento adecuado para introducir alimentos de verdad en la dieta de tu bebé depende del desarrollo de cada niño. Por lo general, la mayoría de los niños pequeños están listos para empezar a comer alimentos sólidos alrededor del sexto mes, pero hay señales que te ayudarán a reconocer cuándo es el momento adecuado. Serán capaces de mantener la cabeza firme mientras permanecen sentados. También será capaz de completar el proceso de comer sin distracciones, es decir, controlará los ojos, la boca y las manos para poder coger la comida, llevársela a la boca y tragarla sin escupirla. Si tu bebé está preparado para empezar a comer alimentos sólidos antes del sexto mes, probablemente verás que se muerde los puños, que quiere más leche materna o que se despierta durante la noche más de lo habitual.
¿Cómo empezar a tomar alimentos sólidos de forma segura?
A la mayoría de los padres, cuando introducen a su bebé en la alimentación sólida, les preocupan las alergias alimentarias comunes y el riesgo de atragantamiento. Por lo tanto, es muy importante controlar todo el proceso con la ayuda del pediatra y supervisar siempre al niño mientras come. Cuando se trata de alimentos que suelen provocar reacciones alérgicas, como los cacahuetes, los lácteos y el pescado, se recomienda empezar a añadirlos a la dieta del bebé en pequeñas porciones y de uno en uno para poder controlar cómo reacciona a ellos.
Las mejores opciones para empezar a comer alimentos sólidos
Plátanos
El puré de plátano es una muy buena primera opción de comida real por su textura blanda y su dulzor natural. Tu bebé ya ha desarrollado una preferencia por lo dulce debido a la leche materna, así que está familiarizado con ese sabor. Los plátanos son una gran fuente de hidratos de carbono de fácil digestión, ya que tu bebé no tiene todas las enzimas necesarias para digerir hidratos de carbono más complejos. Los plátanos también tienen un alto valor nutritivo, ya que contienen vitamina B6, magnesio, potasio y manganeso.
Aguacates
El aguacate es un excelente primer alimento sólido porque contiene grasas saludables y minerales importantes para la salud y el desarrollo del niño. Los aguacates son ricos en vitamina B, vitamina E y vitamina K, además de ser fuente de fibra, potasio y ácido fólico. Puedes cortarlos en rodajas finas y largas o hacerlos puré y servirlos con un plátano como tentempié saludable.
Puré de carne roja
La carne roja puede cubrir las necesidades nutricionales de los bebés ofreciendo nutrientes muy importantes, como zinc, hierro y vitamina B12, que es poco probable encontrar en fuentes vegetales de fácil digestión. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con la preparación de la carne. La mejor opción es conseguir carne de cordero o ternera ecológica criada en pastos, cocerla en una olla hasta que esté completamente cocida y picarla en trozos pequeños. Para convertirla en puré, mézclala con un poco de caldo de carne o verduras hasta que adquiera una consistencia cremosa.
Yogur
Existe la creencia generalizada de que el yogur no debe introducirse en la dieta del niño antes del octavo o noveno mes. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que el consumo temprano de alimentos alergénicos como los lácteos puede ayudar a tu bebé a prevenir el desarrollo de alergias alimentarias. El yogur ecológico es un alimento estupendo para introducir los lácteos en la dieta de tu hijo pequeño, ya que es fácil de digerir y tiene un alto contenido en proteínas, grasas saludables, calcio, fósforo y vitamina D. Además, el yogur contiene probióticos naturales que contribuyen a la salud intestinal.
Iniciar al bebé en la alimentación sólida puede ser una experiencia emocionante.
El final del periodo de lactancia materna y la iniciación del bebé en la comida de verdad marcan un hito y pueden ser un proceso divertido y emocionante tanto para los padres como para el pequeño. Enseñarles a abrir la boca para que entre la cuchara con la comida y a mantener la postura adecuada para tragar correctamente puede llevar tiempo, pero es perfectamente normal. Ten paciencia si tu bebé rechaza ciertos alimentos y sigue probando diferentes opciones, texturas y sabores. Intenta escuchar a tu bebé y no te estreses si un día come menos de lo normal. Dale tiempo suficiente para que se acabe la comida e intenta elogiarle y animarle siempre.