Ambos progenitores comparten la responsabilidad de cuidar de su hijo, lo que se conoce como coparentalidad. El hecho de que una madre haya dado a luz no implica que sea la única responsable de su hijo. Un padre es igualmente responsable de todos los aspectos de su hijo.
Esto permite a ambos progenitores estrechar lazos con su hijo al tiempo que conocen sus deseos y necesidades.
La coparentalidad es beneficiosa para la madre porque dar a luz no es una tarea fácil. Necesita descanso y sustento adecuados. La vida de una madre no debería cambiar después de tener un hijo, al igual que la vida de la mayoría de los hombres no se altera después de tener un hijo. El proceso de criar a un niño es más fácil si ambos padres cuidan de él por igual.
¿Cuáles son las ventajas de una crianza equitativa para un niño?
Como suele decirse, la educación de un niño empieza en casa; por eso es fundamental que entiendan que ningún trabajo tiene prejuicios de género ni es insignificante. Repartir las responsabilidades parentales, las tareas domésticas, las aficiones e incluso las vacaciones entre los miembros de la pareja enseña a los niños el significado real de la igualdad, por la que lucharán en el futuro, ya que se convertirá en su "normalidad".
Cuando ambos progenitores están decididos a trabajar juntos en pos de objetivos familiares mutuos, se da un magnífico ejemplo de cooperación y apoyo al niño. Son conscientes del auténtico significado de la unidad y la seguridad familiar, así como de los estereotipos de género.
Se ha demostrado que los niños que han tenido una crianza activa y eficaz, igualitaria y compartida, tienen un alto cociente emocional cuando alcanzan la madurez. Se les enseña a enfrentarse a los obstáculos y a dominar lo que se debe y no se debe hacer para resolver los conflictos pacíficamente y mantener la salud mental y emocional.
Para el padre, he aquí algunos ejemplos de coparentalidad:
- Cambiar pañales
- Alimentar al bebé
- Cuidar del bebé, incluidos el baño y la limpieza
- Acudir a las citas médicas
- Ayudar a la madre a preparar la comida del bebé
- Acostar al bebé para dormir
- Vigilar al bebé por la noche
- Administrar medicamentos al bebé
Los padres que ejercen la coparentalidad sirven de modelo para los que no lo hacen. Criar a un hijo es un deber enorme que debe compartirse. Como muchos padres crían a varios hijos, la carga de la obligación aumenta.
A la madre le resulta muy difícil cuidar sola de sus hijos. Muchas madres no pueden criar a sus hijos por falta de apoyo de sus familiares. Muchas personas no pueden permitirse ayuda doméstica o una niñera para sus hijos.
Por eso, la contribución del padre es fundamental en este proceso. Una vez que el padre ha intervenido, la madre suele sentirse aliviada porque sabe que nadie puede cuidar del bebé mejor que su padre.
Conclusión
Muchas mujeres desean seguir trabajando o dirigiendo sus negocios después de dar a luz. Incluso después de tener un hijo, si el padre empieza a ejercer la coparentalidad, la madre puede hacer realidad sus ambiciones.