Todos los padres están increíblemente familiarizados con el babeo de sus bebés. Es habitual que los bebés babeen de los 3 a los 6 meses de edad, cuando sus necesidades están más concentradas en la boca.
La saliva realiza una serie de tareas vitales, como aliviar las encías del bebé durante la dentición y mantener la boca húmeda.
La razón del babeo
- El músculo es la clave. Las glándulas salivales de la boca producen aproximadamente de 2 a 4 cuartos de galón de saliva al día: Al tragar, los adultos son capaces de reducir la cantidad de residuos que se acumulan. Alrededor de los 18 y 24 meses de edad, los bebés pueden manejar todos los aspectos de la deglución y los músculos de la boca.
- La dentición, que se produce cuando los dientes del bebé salen de las encías, también puede provocar babeo. Sin embargo, el babeo puede comenzar antes de la erupción de los dientes y continuar durante mucho tiempo después.
- Los receptores motores de la boca del bebé envían señales al cerebro para que empiece a producir saliva, una indicación de que puede estar listo para comer cuando empieza a masticar con las manos. Los músculos y las secreciones digestivas del bebé maduran cuando empieza a comer sólidos.
- Mucha baba puede ser saliva buena, que limpia los dientes y las encías eliminando los restos de comida y las bacterias que se han acumulado. Además, ayuda a digerir las comidas y es beneficiosa para los intestinos. Cuando le hayan salido todos los dientes, debería dejar de babear.
Erupciones de baba
El babeo en los bebés puede deberse a diversos factores, como la dentición y la tendencia a mantener los labios abiertos al hablar o tragar.
Las erupciones pueden deberse a que la salivación excesiva del bebé irrita la piel que rodea la boca y la barbilla. No hay problemas médicos asociados a la erupción por la baba, y no es contagiosa. Sin embargo, puede provocar manchas rojas, con picor y bultos en la piel de los bebés, que pueden resultarles molestas y dolorosas.
El sarpullido causado por las babas puede reducirse con sencillas medidas adoptadas por los padres y cuidadores. Mantener seca la piel del bebé durante todo el día es la mejor estrategia para tratar la erupción por babas y evitar que se formen nuevas erupciones.
Tratamientos para la erupción cutánea
La erupción de baba puede controlarse con algunas medidas sencillas, como:
- En cuanto el niño empiece a babear, límpialo con una toalla limpia o una toallita para bebés.
- Evita el uso de productos irritantes, como detergentes fuertes, jabones y lociones perfumadas, sobre el bebé o cerca de él. Sustitúyelos por otros más suaves y sin perfume.
- Para ayudar, proteger y reparar la piel del bebé, utiliza una pomada en la región afectada. Antes de utilizar cualquier alimento o producto nuevo cerca de la boca del bebé, siempre es aconsejable consultar con un médico.
- Prueba a utilizar agua o un paño suave y seco en lugar de toallitas para bebés si éstas parecen agravar más el picor en lugar de aliviarlo.
- Si el babeo es un problema, prueba a darle un mordedor para que lo roa.